Influencia de la televisión

Para cuando un niño promedio de clase media urbana llegue a la escuela primaria habrá pasado ya 3.000 horas viendo televisión. Para cuando este mismo niño termine la primaria, habrá estado 16.000 horas ante el aparato televisor. Ello indica que dicho niño habrá estado en contacto más tiempo con la televisión que con sus profesores.

Esto es un toque de alerta a los padres de familia sobre la influencia tan poderosa que este medio de comunicación tiene, particularmente sobre los niños. Quiéranlo los padres o no, la televisión es un medio de educación informal.

Llegó para quedarse

Hoy, la mayor parte del mundo “civilizado” tiene acceso a un televisor. Es un hecho que este medio de comunicación es actualmente el recurso de diversión más popular para la familia. Esto se debe a varias razones, entre ellas las siguientes:

Llama la atención porque apela simultáneamente a los sentidos de la vista y el oído -la vista aporta el 87% del total de la percepción de la realidad y el oído el 7%-.
Mantiene el interés porque los programas apelan a los gustos, intereses, necesidades y deseos de los espectadores.

Es muy cómodo. Basta con oprimir un botón para tener en el seno del hogar instantáneamente una gran variedad de programas. No hay que salir ni que recorrer grandes distancias para gozar de diversión como en el caso del cine o los espectáculos deportivos. En algunos de estos últimos hay que soportar además el sol, la lluvia o el viento. Tampoco hay que hacer “cola” para divertirse.

Es muy económico. Una vez hecho el gasto inicial de la compra del televisor, este medio se puede disfrutar a un costo muy bajo en comparación con otras formas de entretenimiento.

De manera que la televisión llegó para quedarse, y es un hecho que actualmente es parte integral de la forma de vida de la familia promedio.

Conciencia Crítica

Por esto es de importancia capital que los padres y sus hijos aprendan a ver la televisión con una conciencia crítica. Una reflexión inteligente ayudará al televidente a discernir lo bueno de lo malo, lo real de lo falso, lo constructivo de lo destructivo, lo edificante de lo manipulativo, lo moral de lo inmoral. Una actitud alerta ayudará al gran público a descubrir las ideologías ocultas en los mensajes explícitos, y sus implicaciones sociales, económicas y políticas. El resto de este artículo tiene como objeto ofrecer algunas reflexiones para ayudar al lector a desarrollar esta conciencia crítica.

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MSc Minor Vindas

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